Rambla de Catalunya
La continuación natural de la Rambla de Barcelona es este elegante boulevard que se contagia de la exuberancia del vecino paseo de Gracia. Ya sea subiendo en dirección a la montaña como bajando en dirección al mar, el quilómetro de Rambla Catalunya nos ofrece una oferta comercial inusitada.
Entre el lujoso paseo de Gracia y la transitada calle Balmes desfila en paralelo la Rambla Catalunya. A uno y otro lado del boulevard, los edificios se levantan con profusas decoraciones modernistas. Y es que la Rambla creció en medio del ensanche influenciada por la elegancia de la nueva Barcelona. Desde siempre ha sido una calle a rebosar de tiendas, galerías de arte, teatros y cines. Algunos de ellos han desaparecido o se han transformado con el paso del tiempo. Además de dos cines y algunos comercios tradicionales, encontraremos una amplia oferta comercial materializada en tiendas de moda de primer orden, destinadas a cumplir los sueños de los amantes de las compras. Tiendas selectas se mezclan con otras más populares, dibujando un Shopping line que sigue el trazado de la calle.
Un kilómetro de paseo a la sombra de los tilos, que refrescan la parte central de la avenida. Es aquí donde las terrazas ofrecen a los peatones la posibilidad de hacer una parada en el camino y tomar un refrigerio. Las esculturas de Josep Granyer La jirafa coqueta, en el extremo superior de la Rambla, y Meditación, en el cruce con la Gran Vía, visten la calle. Una Rambla, sin embargo, que no necesita adornos, puesto que su belleza es única.