Rambla del Raval
Un auténtico pulmón de oxígeno en el corazón del Raval: así es la más joven de las ramblas barcelonesas. Se trata de una calle ancha con forma de boulevard donde encontramos gente de procedencias sociales, culturales y geográficas muy diversas. Una de las calles preferidas por los jóvenes locales y foráneos que ve cómo el barrio cambia, día tras día.
Ildefons Cerdà ya había previsto la apertura de esta arteria en la parte sur del Raval. A principios del siglo XX, el entonces "barrio chino" era un núcleo urbano de condiciones de vida duras y con una elevada densidad demográfica. Cerdà pensó en la necesidad de abrir plazas que esponjaran el barrio. Pero no fue hasta el año 1955 cuando el Ayuntamiento de Barcelona decidió remodelar el Raval. Nacía entonces esta joven rambla, que transcurre desde la calle Sant Pau hasta la calle Hospital, y que se ha convertido en uno de los puntos de encuentro entre las comunidades de inmigrantes que viven en esta parte de Barcelona. Su apertura supuso la desaparición de algunas calles y edificios insalubres. La calle colabora en la integración social de los colectivos desfavorecidos además de transformarse en uno de los espacios públicos más idóneos para la celebración de actos culturales de todo tipo.
El perfil social de la nueva Rambla cambia día tras día: la inauguración en 2008 de un gran hotel; la instalación de restaurantes modernos y la ubicación aquí de la nueva sede de la Filmoteca, han supuesto una nueva inyección económica para un barrio cada vez más integrado en la ciudad. Mientras tanto, en el extremo inferior del paseo, el enorme Gato de Fernando Botero mira todo sonriente e impasible. Aquí se encuentra a gusto.