Parc de l'Estació del Nord
Se trata de un parque pequeño pero delicioso, soleado aunque con espacios para disfrutar de la sombra, sencillo y complejo a la vez, situado en el Eixample de Barcelona. Una joya artística que combina la orografía del terreno con el arte, dando lugar a un parque de extremada delicadeza, donde las formas decorativas convierten los paseos por las extensiones de hierba en un placer para los sentidos.
Aprovechando los terrenos liberados cerca de la antigua estación ferroviaria del Nord, cerrada el año 1972, los arquitectos Andreu Arriola, Carme Fiol y Enric Pericas concibieron un parque de unas cinco hectáreas con suficiente espacio para las explanadas de hierba y los árboles en los terrenos liberados alrededor de la antigua estación ferroviaria del Nord, cerrada en 1972. La escultora norteamericana Beverly Pepper dió forma decorativa y personalidad a la zona verde que fue finalmente inaugurada en 1988 y ampliada en 1999.
El arte con sus esculturas y farolas nacen de las líneas naturales del parque y se combinan con toda naturalidad. Por un lado, en la parte con sombra, unas gradas en espiral permiten el descanso entre los árboles; por otro lado, en las extensiones de hierba, unas protuberancias que casan con el terreno buscan representar un cielo caído hecho de pequeñas piezas de cerámica vidriada de color azul cielo. Precisamente "Cielo caído" es el título de este conjunto escultórico de la artista Beverly Pepper, claramente inspirado en el estilo gaudiniano. Todo el conjunto dibuja una superficie de líneas diáfanas y claras, donde el verde de la hierba contrasta con el azul del mosaico, proponiendo una contemplación plena y activa. Además, el parque es un espacio de comunicación entre edificios de Barcelona como el Auditori, el TNC y el Archivo de la Corona de Aragón.